Las piscinas, al igual que las partes de las viviendas, sufren deterioros con el tiempo. El paso de los años puede pasar factura si no se llevan correctamente tareas de mantenimiento, y, en el caso de las piscinas, se puede notar directamente en su aspecto. La aparición de humedades, las roturas de algunos materiales o el mal funcionamiento de la instalación, te pueden dar pistas de que es hora de hacer una reforma para tu piscina. A continuación, te presentamos unos consejos a la hora de llevar a cabo la reforma, aprovechando el fin de la temporada de baño.
Renovación de los azulejos
Los azulejos o el gresite pueden sufrir daños debido al desgaste y perder gran parte de sus propiedades, tanto estéticas como funcionales. Por eso, es interesante que te fijes en el estado de estos para saber si es necesaria una reparación o, mejor, un cambio. Actualmente, en el mercado existen todo tipo de formas, colores y texturas. Hacer un cambio integral del azulejo sería equivalente a hacer una reforma integral de una vivienda, conseguiríamos un cambio de aspecto y tendríamos la oportunidad de volver a estrenar la piscina reformada.
Reformar con liner
El liner es una alternativa a las reformas de piscinas. Consiste en una superficie de PVC que cubre toda la superficie de la piscina, ajustándose a cualquier forma y superficie. Se trata de uno de los recubrimientos más utilizados por sus propiedades estéticas y funcionales. Además, es un material completamente reciclable e impermeabilizante. Se encuentra en el mercado en una amplia gama de colores, texturas y formas; puede imitar los azulejos al igual que se puede conseguir una superficie completamente lisa del color que desees. También es ideal para reparar pequeñas roturas en escaleras o cualquier parte de la piscina.
Climatizar la piscina
Una piscina normal se suele utilizar, de media, tres meses al año; a veces, incluso menos. Climatizarla quizás supondría una inversión, ya que se amortizaría antes el dinero invertido en la piscina al poderla utilizar más tiempo. De hecho, con la instalación de una cubierta y una bomba de calor que mantuviera el agua a una temperatura estable, se podría disfrutar de ella todos los días del año.
Mejorar la accesibilidad
La entrada a la piscina puede ser un tema delicado con el paso de los años. Las escaleras pueden sufrir un mayor deterioro, ya que son los elementos más utilizados. Reformar las escaleras o cambiarlas, supondrá una mejora directa en la piscina y su valor, además de aumentar la seguridad. También, puedes estudiar otro tipo de accesos como el tipo playa, mediante rampas con poca pendiente que emulan la orilla de la playa.
Mejorar las instalaciones
La zona de la piscina suele estar cubierta de focos, sistemas de depuración, sala de máquinas, equipo de desinfección, etc. Todos estos elementos, con los años, van perdiendo sus capacidades y entorpeciendo el correcto funcionamiento de la piscina. Por eso es importante revisar las instalaciones y tenerlas en cuenta como uno de los puntos clave a la hora de reformar la piscina.